El sueño de acceder a una vivienda o invertir en bienes raíces puede parecer inalcanzable para muchos debido a los altos costos asociados. Sin embargo, surge una nueva opción que está transformando el mercado: la inversión fraccionada en inmuebles.
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Este innovador modelo permite a cualquier persona convertirse en copropietario de un inmueble sin necesidad de realizar grandes desembolsos, generando ingresos pasivos y promoviendo un impacto social positivo.
“A través de plataformas tecnológicas especializadas, los inversionistas pueden adquirir una fracción de una propiedad, compartiendo la inversión y los beneficios con otros participantes. Esta tendencia, que ya ha demostrado su éxito en mercados internacionales, está tomando fuerza en el país, abriendo las puertas del sector inmobiliario a más personas y permitiendo que el capital de múltiples inversionistas impulse proyectos con alto potencial de crecimiento”, explicó Henry Navarro, CEO y fundador de ViviendoYA.
La inversión inmobiliaria con propósito no solo busca generar retornos financieros, sino también ofrecer soluciones para que más personas puedan participar en el mercado de bienes raíces. Ahora, cualquiera puede invertir en inmuebles sin necesidad de adquirir una propiedad completa ni endeudarse a largo plazo. Este modelo presenta múltiples ventajas, como detalla Navarro:
Ventajas de la inversión fraccionada
- Accesibilidad: Permite invertir en bienes raíces con montos significativamente menores en comparación con la compra tradicional de una propiedad.
- Diversificación: Los inversionistas pueden adquirir fracciones en diferentes inmuebles, minimizando riesgos y optimizando rendimientos.
- Generación de ingresos pasivos: Dependiendo del modelo, los inversionistas pueden recibir ganancias por alquileres o plusvalía a medida que el inmueble se valoriza.
- Menor riesgo financiero: Al no comprometer grandes sumas de dinero en una sola propiedad, se reduce la exposición a riesgos económicos.
- Liquidez y flexibilidad: En algunas plataformas, los inversionistas pueden vender sus participaciones con mayor facilidad que en una inversión inmobiliaria tradicional.
Una solución alineada con las nuevas generaciones
Esta tendencia se alinea perfectamente con los nuevos hábitos de inversión de las generaciones más jóvenes, quienes buscan opciones más accesibles, tecnológicas y con impacto positivo en la sociedad. Además, la posibilidad de formar parte de proyectos sostenibles y con un propósito social agrega un valor adicional a este tipo de inversión.
“Para quienes han soñado con invertir en bienes raíces pero han considerado el costo como una barrera, esta es una oportunidad ideal. Con la inversión fraccionada, cualquier persona puede acceder a un sector históricamente reservado para grandes capitales, obteniendo ingresos pasivos y formando parte de un mercado sólido y en crecimiento”, concluyó Navarro.
Un paso hacia la democratización del acceso a la vivienda
Este modelo no solo facilita la entrada al mercado inmobiliario, sino que también promueve un impacto social positivo al hacer que más personas puedan participar en proyectos de vivienda y desarrollo urbano. Además, ofrece una alternativa viable para quienes buscan diversificar sus inversiones sin comprometer grandes sumas de dinero.